Nos guste o no, el covid-19 nos ha cambiado para siempre en muchos aspectos de nuestra vida.
Aunque en algún momento recuperemos nuestra normalidad, muchas cosas no las veremos del mismo modo.
Una de esas cosas es la vivienda. Los que hemos pasado los meses de confinamiento en un piso pequeño con niños, miramos un posible nuevo confinamiento con pánico y ya pensamos que igual no es mala idea cambiar de casa a otra con diferentes características.
Te lo contamos en el post de hoy.
Quien tiene una terraza tiene un tesoro
Hasta la fecha nunca habíamos echado tanto de menos tener una terraza. En nuestra ajetreada rutina de trabajos y compromisos sociales, la mayoría no pasábamos mucho tiempo en casa.
El confinamiento lo cambió todo, nuestro mundo era nuestra casa y no tener un espacio al que poder salir a tomar un poco el aire era toda una tragedia.
Esto ha hecho que muchos nos hayamos replanteado si nuestra vivienda tiene todo lo que necesitamos. El temor ante nuevos confinamientos ha hecho que mucha gente se planteé mudarse a una casa con otras características.
De hecho, muchos portales inmobiliarios informan que han aumentado las búsquedas de casas con zonas exteriores, ya sea terraza, balcón o incluso jardín.
El aislamiento obligatorio nos ha hecho ver nuestras casa de otra manera y la tendencia es que, aunque podamos salir, la gente pasa más tiempo en sus hogares que antes de la pandemia.
Cambiamos la ciudad por el pueblo
El covid-19 no solo ha modificado nuestras búsquedas en cuanto a características de la vivienda, sino también en lo referente a las zonas en las que queremos vivir.
Se ha observado un cambio en la preferencia entre las grandes ciudades y las poblaciones más pequeñas. Las casas de las ciudades suelen ser pequeñas y es complicado encontrar viviendas con terraza o zonas de jardín.
Sin embargo, en los pueblos o localidades más pequeñas, éstas son más habituales y además, más económicas.
Esto unido a la opción de teletrabajar que dan muchas empresas, está produciendo que mucha gente se traslade a vivir lejos de las grandes urbes.
El Covid ha cambiado hasta el interior de nuestros hogares
No todos podemos cambiar de vivienda en estos momentos, por lo que tenemos que adaptarnos a nuestras circunstancias.
Lo que está claro, es que la pandemia ha cambiado la forma en la que percibimos nuestras casas. El confinamiento nos ha servido para pararnos a pensar en algunas mejoras que necesitaban y en aspectos que podíamos cambiar para sentirnos más cómodos.
Además de las mejoras que hemos podido hacer, también hemos tenido que adaptarnos a unas circunstancias excepcionales en las que muchos padres teletrabajaban mientras que sus hijos tenían clases online.
Muchas estancias se han convertido en zonas multiusos, desde improvisados despachos en el salón a un gimnasio improvisado en el dormitorio.
Esto ha hecho que nos preparemos mejorando dichos espacios para que efectivamente puedan adaptarse a estas situaciones.
Pero estos cambio no se limitan a actividades profesionales, la lógica indica que pasaremos más tiempo en casa, sobre todo en esta etapa en la que todavía estamos en plena pandemia y va llegando el frío.
La tendencia de consumo irá en relación con este cambio en el comportamiento, ya que compraremos pensando en los momentos que vamos a pasar en casa e invertiremos en todo aquello que nos hará sentirnos más cómodos en nuestro hogar.