La figura de administrador de fincas se nos antoja hoy en día prácticamente indispensable en una comunidad de propietarios.
La capacidad de gestionar todas las problemáticas que pueden surgir en un edificio es una labor para la que hay que estar muy bien preparado.
En el post de hoy te contamos los problemas más comunes a los que se enfrentan los administradores de fincas.
Características de un administrador de fincas
El papel de administrador de fincas a menudo no es fácil, cómo comentábamos.
Tiene que poseer una gran capacidad para gestionar cualquier problema que surja en la finca.
Además tiene una gran responsabilidad, su papel es el de velar por el correcto mantenimiento del edificio.
Asesorando a los vecinos sobre temas tan importantes como los contratos de los suministros o la gestión de deudas.
Problemas más habituales en una comunidad de propietarios
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Deudas y morosidad
Es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las comunidades de vecinos y por extensión, el administrador.
Pensemos que en un edificio con pocos vecinos, tener uno que no abone sus cuotas puede suponer un quebradero de cabeza a la hora de hacer frente a los pagos habituales de la comunidad.
Mucho más si se presenta alguna derrama.
El administrador de fincas es quién debe intervenir en estos casos y reclamar la deuda al vecino moroso, realizando las acciones correspondientes en caso necesario.
Además de evitar un posible enfrentamiento entre vecinos, el administrador conoce la ley en estos casos y sabrá los pasos exactos a seguir.
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Obras y reformas
Que todos los vecinos se pongan de acuerdo a la primera cuando hay que realizar alguna obra en el edificio, es prácticamente un milagro.
De hecho, suele haber problemas incluso para que todos los vecinos estén conformes en realizar la obra.
El administrador llegará a un consenso con los propietarios y les asesorará en todo el proceso de reforma, como por ejemplo, los permisos necesarios o los horarios establecidos.
De igual modo, también vigilará que se cumplen las normativas en caso de que sea una reforma particular de alguno de los vecinos.
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Goteras o humedades
Es otro de los problemas típicos que suelen darse en un edificio y que más polémica generan.
En muchas ocasiones, los vecinos no se ponen de acuerdo sobre el causante de los daños y sobre quién debe hacerse cargo.
El administrador mediará, aunque finalmente sea el perito del seguro quien indique la causa.
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Quejas o peleas entre vecinos
La convivencia a menudo no es fácil, vivimos en un espacio determinado que tenemos que compartir con gente que puede ser muy diferente a nosotros y con costumbre distintas.
Eso puede derivar en roces y disputas con algún vecino.
El administrador puede mediar e intentar suavizar la situación, una figura externa a veces puede aconsejarnos más acertadamente y dar solución al problema.
Si la queja es de algún vecino en concreto por su actitud, también es el administrador el encargado de gestionarlo y en caso de ser necesario, emprender las acciones legales pertinentes.
A fin de cuentas, un administrador de fincas es una persona preparada para su labor y cuya función principal es velar por el correcto funcionamiento de una comunidad de propietarios.
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