Vivimos una pandemia de coronavirus desde hace casi un año y se está notando en muchos aspectos de nuestra vida. Y dicho sea, de paso, casi ninguno es positivo. A la crisis sanitaria y económica hay que añadir más datos negativos. Un reflejo de la situación es el récord histórico que se produjo en noviembre de 2020: el de inmuebles transmitidos por herencia. Más de 17000 propiedades inmuebles cambiaron de titulares por herencia. Pero muchas veces esta situación deriva en conflictos por herencia entre las partes. Hoy en Casarrubio te explicamos cómo solucionar este problema.

Récord de transmisiones de inmuebles

Es normal esta situación, a mayor número de personas fallecidas en España mayores procesos de herencias. Y eso implica un traspaso de inmuebles sin igual en nuestro país. Nunca antes se había visto tal volumen de transferencias por herencia.

Es de prever que esta situación se mantenga en meses posteriores. Sobre todo si tenemos en cuenta que los procesos de herencias se pueden alargar en el tiempo. Y con la situación actual por Coronavirus en el que ciertos organismos públicos están funcionando a medio gas esto podrá complicarse y retrasar en el tiempo las transferencias.

Repercusión en el sector inmobiliario

La repercusión para el sector inmobiliario es un aumento de los inmuebles en venta. La mayoría de estas propiedades que cambian de mano a los herederos se suelen poner a la venta.

Vender el inmueble es la mejor manera de repartir la herencia entre los herederos, los hijos del fallecido, por lo general. También es una buena forma de evitar conflictos y gastos añadidos. Hoy en día un inmueble que no se vende y se mantiene vacío y sin utilizar supone un gasto permanente y también cierto riesgo por posible ocupación en el caso de viviendas vacías.

En definitiva, el aumento de las viviendas en venta es mayor. Y dicho sea de paso, en ocasiones estas casas salen al mercado con un precio a la baja. La razón es que la situación económica de las familias españolas se ha visto afectada por la crisis económica. El desempleo y los ERTES temporales también han aumentado, lo que deriva en una necesidad de liquidez para muchas personas.

Si estas reciben una herencia en este momento surge la necesidad de vender para poder disponer de mayor dinero y hacer frente a los pagos de impuestos que supone recibir una herencia.

Plazos para aceptar la herencia

El plazo de la aceptación de la herencia es uno de los puntos importantes. Este plazo es de 6 meses, que es el tiempo del que se dispone para pagar los correspondientes impuestos de transmisiones. En ese plazo y antes de dicho pago podremos aceptar o renunciar a la herencia.

En ese plazo los trámites a realizar son los siguientes:

  • Averiguar quienes son los herederos. Esto se averiguará mediante testamento si lo hubiera o una declaración de herederos en el caso de que no fuera así.
  • Una vez claros los herederos y el porcentaje de herencia que le corresponde a cada uno efectuar la correspondiente liquidación de impuestos y cambios en las escrituras.

Conflictos entre hermanos por herencias.

Lo cierto es que las herencias suelen derivar en conflictos familiares. Uno de los más frecuentes es la venta de inmuebles heredados por varios hermanos o familiares.

Los problemas que pueden surgir son varios. Cuantos más sean los herederos mayores probabilidades de que haya roces y choques de intereses. Se pueden dar las siguientes situaciones:

  • Que alguno de los herederos no quiera vender. Esto es uno de los mayores problemas entre hermanos a la hora de recibir una herencia. Que no haya acuerdo para vender la propiedad. A veces motivos sentimentales son los que se ponen por el medio.
  • Que uno de los herederos quiera quedarse con la casa. Otras veces uno de los hijos decide quedarse con la casa. Esto implica pagar al resto de sus hermanos el precio de la vivienda que le corresponde y surgen así los conflictos.
  • Que uno de los herederos se desentienda de trámites y cuidados de la casa. Otro de los grandes conflictos es la despreocupación de una de las partes a la hora de hacer los trámites legales. También desentendimiento de los cuidados mínimos de la vivienda hasta que se produce la venta efectiva.
  • Conflictos por el precio de venta. Distintas necesidades económicas o diferentes percepciones sobre el valor de la casa hacen que los hermanos discrepen en el precio de venta y provoca conflictos. Esto ocurre cuando uno de ellos necesita el dinero cuanto antes y otro en cambio considera que es mejor esperar un tiempo para poder vender más cara la vivienda y sacar mayor beneficio.

La solución a todas estas situaciones es la misma: llegar a acuerdos que satisfagan a todas las partes. No llegar a acuerdo implica retraso en el tiempo y esto suele acarrear mayores gastos económicos sí o sí. En ocasiones será bueno acudir a un asesor o experto inmobiliario que aconseje convenientemente a las partes y a la vez haga de persona neutral que ofrezca la mejor solución para todos.

Soluciones a conflictos por herencia

En el caso de herencias entre hermanos todos ellos cuentan por igual. Todos los hermanos tienen el mismo porcentaje de la herencia. Es decir, que ninguno de ellos puede hacer valer su mayor capacidad de decisión ya que todos tienen el mismo derecho.

Lo primero que tendremos que hacer es saber el valor real de los inmuebles. Esto se consigue con una tasación y un estudio de su valor en el mercado. De esta manera evitaremos distintas interpretaciones o valoraciones subjetivas del precio al que se puede vender.

Esto facilitara llegar a acuerdos respecto al precio de venta.

Uno de los hermanos quiere vender y otros no

A veces ocurre que es imposible llegar a acuerdos y que uno de los hermanos decide vender su parte por su cuenta. Si bien legalmente puede hacerse no es nada recomendable. El resto de los hermanos tienen por ley el derecho de retracto, que consiste en quedarse con su parte igualando la oferta de venta.

El proceso se complica enormemente y puede derivar incluso en la decisión final de un juez para solucionar el empate y el desacuerdo entre las partes.

Esto no sólo dilatará las cosas en el tiempo. También podría llegar a solucionarse por decisión judicial mediante una subasta pública e incluso una división física del inmueble si pudiera llevarse a cabo.

Si esto ocurre las partes pierden en cualquier situación. Una partición implicará una bajada del precio de venta. En el caso de una subasta el precio que se consigue será menor al precio de mercado habitual.